La joven patinadora, de sólo 16 años y que encandilase en 2014 en los JJOO de Sochi (oro por equipos), no podrá ni siquiera defender su cetro continental por no clasificarse para la cita al terminar novena en los nacionales, que otorgan dos plazas.
Reconducir su carrera se ha convertido en una cuestión casi de Estado en Rusia, en la que ha intervenido el Ministerio de Deporte. En el circuito internacional confían en el regreso de Lipnitskaya, cuya irrupción a finales de 2013 generó un verdadero terremoto en el patinaje femenino mundial.
"Volverá, lo va a superar todo, especialmente porque sus problemas son tan viejos como el mundo. Se encuentra en una edad típica de transición, su cuerpo está creciendo, es un momento difícil para cualquier chica. La naturaleza se cobra un peaje, sólo las asiáticas se libran, por motivos genéticos el cambio en ellas es menos pronunciado", opina en declaraciones a Sovietski Sport el patinador alemán Alexander Gazsi, que compite en los Europeos en la categoría por parejas junto a Nelli Zhiganshina, moscovita nacionalizada germana en 2013.
En opinión de Gazsi, el resto de problemas de Yulia "son sólo los costes de la pubertad".
La propia Lipnitskaya es la primera en reconocer el bache que atraviesa su carrera y hacer autocrítica.
"Todos sabéis lo complicado que ha sido para mí volver a la rutina de entrenamientos después de los JJOO, esta temporada está resultando muy difícil. Al principio no me salía nada, no entendía muy bien por qué, me sentía débil y decepcionada", confiesa.
A la joven, que saltó a la fama con sólo 15 años, le ha costado digerir su nuevo estatus de figura pública. "No tengo libertad, todo lo que hago es malinterpretado y debo justificarme. Es un contínuo estrés, esto no es vida", dijo a finales de 2014, palabras recogidas por AFP.
El pasado noviembre Lipnitskaya fue multada por la federación internacional por ausentarse de la ceremonia de entrega de premios de la Copa de China. Yulia lideraba la prueba tras el programa corto, pero falló estrepitosamente en el programa largo, "la peor actuación de mi vida", en sus propias palabras, que le relegó al segundo puesto, por detrás de su compatriota Elizaveta Tuktamysheva.
La joven justificó su incomparecencia en la posterior ceremonia por una "confusión con los horarios", lo que no le libró de la sanción federativa.
Los medios rusos se han hecho eco en las últimas semanas del supuesto desencuentro de la joven patinadora con su entrenadora, Eteri Tutberidze, cuya escuela pretendía cambiar por la del CSKA de Moscú, donde entrena la vigente campeona olímpica Adelina Sotnikova. El Ministerio de Deportes tomó cartas en el asunto, revocando el movimiento de Lipnitskaya, que seguirá a las órdenes de Tutberidze.
"Los atletas toman a menudo decisiones emocionales que no siempre producen los resultados esperados. Yulia está experimentando actualmente un período incómodo en su carrera, pero creemos en ella y en su actual entrenador", declaró recientemente Yury Nagornykh, mano derecha del ministro de Deportes, Vitali Mutkó.
En realidad Lipnitskaya sí está presente estos días en Estocolmo, a donde ha viajado "como simple aficionada", según confiesa a Championat.com. "Quiero animar a mi país desde la grada, tomar cierta distancia para disfrutar de nuevo del patinaje", relata Yulia, que cumple 17 años en junio.
