De acuerdo al analista internacional Daniel Trujillo Sanz, Rusia logró frenar el vertiginoso avance del Estado Islámico, así como reducir los suministros de armamentos al grupo yihadista y su financiación.
En este contexto, Sanz aplaudió los ataques aéreos rusos que permitieron reducir los ingresos de dinero del Estado Islámico por la venta ilegal de petróleo a través de Turquía. El analista incide en que Moscú estableció los cimientos para instaurar la paz en Siria.
Por su parte, el historiador César Vidal indicó que Rusia aseguró su presencia en Siria y en el Mediterráneo, y añadió que el Kremlin puso freno a la “política expansionista” de Turquía.
De acuerdo a Vidal, la OTAN tuvo que reconocer que “la salida a la crisis Siria no va a pasar por las armas”, sino que debe ser “una salida diplomática”. También afirmó que la rapidez y la eficacia de la operación rusa en Siria dejó claro que el país eslavo “aprendió de los errores que cometió en Afganistán”.
A su vez, el analista internacional Julián Jiménez sostuvo que Rusia demostró ser una potencia mundial que ejerce de contrapeso a la hegemonía de EEUU. De no haberse opuesto Rusia, la OTAN habría intervenido en Siria, como lo hizo en el caso de Libia, donde fue derrocado “el Gobierno legítimo de Gadafi”, apuntó Jiménez.