Para el profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y analista político, Mariano Ciafardini, a las causas de la debacle electoral que sufrió el progresismo en Argentina y Venezuela, hay que buscarlas en la crisis de la burbuja inmobiliaria que estalló en EEUU en 2008 y que se propagó rápidamente por Europa.
Según el analista político, cuando ello ocurrió, los gobiernos de Argentina, Venezuela y Brasil no tomaron debida nota y no supieron ver que esa crisis que empezó en el primer mundo, también golpearía a los países emergentes. Ciafardini opina que en Venezuela y Argentina ha ocurrido un desgaste del apoyo de los sectores medio y medio bajo, pues las políticas dirigidas hacia esos segmentos se fueron limitando a raíz de la crisis.
Mientras, el corresponsal de Radio Sputnik en Río de Janeiro, Eduardo Sotos, también encuentra en la crisis el germen de las derrotas progresistas en Latinoamérica. Una situación que provocó desempleo y una caída de la industria, lo que afectó el funcionamiento de los países. Asimismo, señala que la caída del precio de las materias primas hizo inviable el mantenimiento de políticas sociales dirigidas a los sectores de baja renta.
Por otra parte, Sotos señala que el dardo más fuerte contra Dilma Rousseff lo disparó su propio vicepresidente. Le envió una carta a la mandataria en la que le manifestaba sentirse políticamente ignorado, y en la que implícitamente apoya el juicio político, dejando entrever una posible traición. Algo que deja cada vez más claro que en Brasil puede emprenderse un juicio parlamentario.
