Para el profesor de Economía Política de la Universidad del País Vasco, Joaquín Arriola, quien mejor expresó la indignación de los países africanos fue el presidente senegalés, Macky Sall, al indicar que el problema está en las causas profundas de la emigración masiva hacia Europa.
En otras palabras, la situación de miseria que viven, y la imposibilidad de valorizar sus propios recursos, en manos de multinacionales que se llevan todas las riquezas a sus países. Con lo cual, según Arriola, si las riquezas se van de los países africanos, vía multinacionales, rumbo a Europa, los africanos van detrás de sus propias riquezas.
Y el mandatario senegalés, se hizo una pregunta: '¿Por qué tanto énfasis en los migrantes africanos?' Y a un tiempo, se respondió: 'no son tan numerosos como se dice'. Arriola ha refrendado el razonamiento de Sall, al señalar que el volúmen de migrantes desde África no es significativo, por lo tanto, no se entiende la desesperación del bloque europeo por gestionar esos flujos.
De pronto, Europa se sensibiliza y ahora le surge la preocupación por el “destino trágico” de los migrantes en su intento de cruzar el Mediterráneo.