Las empresas chinas consideran viable el mecanismo de formación de precios de la marca principal de crudo ruso —Urals—, de acuerdo con los resultados de la licitación de los contratos de suministros en la bolsa SPIMEX. La bolsa prevé introducir la venta de Urals en noviembre de 2016.
La discusión del asunto está prevista en la agenda de la comisión intergubernamental ruso-china, informó el diario ruso Kommersant.
El objetivo de Moscú es acabar con la dependencia de los precios de su propio petróleo con los precios establecidos por la 'marca de referencia' actual, Brent.
Hoy en día, el precio internacional de Urals viene determinado por organismos extranjeros, tales como la agencia estadounidense Platts. Urals se comercializa con un descuento en relación al precio del Brent, proveniente del Mar del Norte, que se considera una de las marcas más puras.
Los críticos de este cálculo, tanto entre los participantes como entre los reguladores del mercado petrolero, argumentan que el Urals ocupa ahora más de un tercio del mercado petrolero europeo, mientras que los suministros del Brent se han reducido drásticamente debido al agotamiento de sus depósitos. En consecuencia, ya no pueden servir de referencia para las demás marcas de crudo.
Además de las ventajas directas para Rusia, al rechazar la marca de una referencia intermediaria sus socios se beneficiarán también de más transparencia en los suministros del combustible ruso.
"Los chinos compran una gran cantidad de petróleo ruso, son accionistas de una serie de yacimientos, por lo cual la colaboración con ellos ayudaría mucho el lanzamiento de los futuros de suministros", opinó el analista ruso Vitaliy Criúkov.
Es la primera confirmación oficial de interés de compradores extranjeros hacia la nueva herramienta de ventas del petróleo ruso. Los analistas aclaran que, para ser reconocido como marca de referencia en términos de precio en el mercado mundial, Urals tiene que ser exportado a un precio transparente, deben ser aseguradas su disponibilidad y transporte y, por último, el volumen de suministros no puede ser menor de 10 o 15 millones de toneladas al año o, en su defecto, de tres millones de barriles diarios.
Para los inicios de la licitación en noviembre, SPIMEX espera contar con las tres petroleras rusas más grandes, tres o cuatro inversores, al menos 10 empresas internacionales y tres o cuatro importantes agentes de bolsa.