En el experimento participaron más de 1.800 alcohólicos de entre 55 a 65 años que fueron divididos en dos grupos: quienes aprendieron a beber sin pasarse de la cuenta y quienes se abstienen completamente.
Los investigadores observaron que quienes vieron menos mejoras en su esperanza de vida fueron los abstemios: el 69 por ciento falleció antes de llegar a los 65 años. Asimismo, para quienes continuaron bebiendo más de la cuenta esta cifra fue del 60 por ciento, mientras que entre quienes continuaron bebiendo moderadamente, solo el 41 por ciento falleció antes de los 65 años.