Un representante de la multinacional confirmó esta información al rotativo y precisó que el proyecto todavía está en la fase inicial.
Además aseguró que no se trata de la producción o las ventas de cultivos modificados genéticamente en el futuro cercano.
Los agricultores rusos compran las semillas de maíz, a diferencia de otros cereales, a productores especializados como la fábrica de Kubán, compañías Monsanto, Pioneer y Syngenta, explica el director ejecutivo del centro analítico Sovecon, Andréi Sizov.
Indica también que en el territorio ruso de facto está prohibido el cultivo de organismos modificados genéticamente (OMG).
Por la devaluación de la divisa nacional, el rublo, se duplicará el precio de las semillas importadas, por eso Monsanto ganará al construir una fábrica en Rusia, cree un representante de la Unión Cerealista rusa, Evgueni Bulavin.
Los productores de OMG están muy interesados en el mercado ruso y para ganarlo primero establecerán los precios muy bajos y luego los subirán en varias veces, como fue en India, advierte el director de la Unión para la Agricultura Orgánica, Yákov Liubovetski.
Monsanto, fundada en 1901, ocupa el 30% del mercado global de la producción de semillas, según estima ETC Group. Desde 1996 produce cultivos modificados genéticamente, incluidos el maíz, la soya, la colza y el algodón.
