Con el peso de despegue de 14 a 18 kilogramos, un dron Orlán es capaz de portar una carga útil de 5 kilogramos y alcanzar una velocidad de 170 kilómetros por hora transmitiendo imágenes en tiempo real desde una altura de 5.000 metros, prestaciones que ya han sido aprovechadas durante varios ejercicios militares.
Actualmente, el Ejército ruso usa estos y otros aviones no tripulados para proteger las bases militares contra ataques terroristas.
Los drones de combate en las FFAA rusas todavía son cosa del futuro, sin embargo, señala el diario, en la actualidad los aviones no tripulados de reconocimiento forman parte de casi todas las brigadas y divisiones terrestres del Ejército.
Representan además una importante herramienta de lucha radioelectrónica y son capaces, por ejemplo, de neutralizar la telefonía móvil.