Cada tercer niño del país posee un peso excesivo, pues tiene malos hábitos alimentarios y lleva una vida sedentaria, informó este lunes Rossiyskaya Gazeta.
El Parlamento de Rusia ha propuesto promulgar una ley que prohíba la publicidad de alimentos con un contenido alto de grasa, azúcar y sal, entre los cuales se encuentran las patatas fritas, refrescos, chocolatinas y otros tipos de "comida basura".
Los diputados afirman que las imágenes utilizadas por la publicidad se "graban" en las mentes de los pequeños y les crean adicción, lo que en el futuro les provoca obesidad, problemas cardíacos, diabetes y otras enfermedades graves.
Los autores del proyecto de ley aseguran que toda la propaganda de este tipo de alimentos debe estar prohibida, tanto en la televisión como en las salas de cine.
"Es una idea maravillosa (...) Igual que hace algún tiempo se prohibió la publicidad de la cerveza y las bebidas alcohólicas", destaco el jefe de la Confederación Internacional de Asociaciones de Consumidores, Dmitri Yanin.
