"Hay solo una razón por la que en el invierno de 2013-2014, en Ucrania, comenzó una tragedia que está destrozando al país: los intentos de la UE, empujada por Estados Unidos, de incluir a Ucrania en su imperio en constante expansión", afirma el periodista.
"Se podía haber previsto que los residentes ruso hablantes preferirían estar bajo el poder de Moscú que controlados por una extraña forma de Gobierno en Bruselas que no entendían", argumenta Booker.
"Para Occidente fue peligrosamente loco reaccionar de esta manera, cuando el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, calificó la votación en Crimea de una 'agresión sin precedentes', y el príncipe Carlos de Gales comparó a Putin con Hitler", recuerda Booker.
"Después de casi tres años de guerra civil, que ha costado la vida de 9.000 personas, Occidente permanece humillantemente impotente ante cómo reaccionar al matadero, a cuya creación aportó más que nadie", resume Booker.