"No buscamos la ulterior confrontación, pero responderemos si hay acciones que perjudiquen nuestros intereses", dijo el diplomático.
"Nos vimos obligados a deportar a sus diplomáticos en respuesta de la acción inamistosa de EEUU", subrayó Kisliak.
Al caracterizar el ambiente en el cual trabajan los diplomáticos rusos en EEUU, el embajador mencionó que no recuerda un tiempo "en el que las condiciones fueron despejadas todo el tiempo, siempre hay dificultades que se determinan también por la calidad de las relaciones bilaterales".
"Ahora (las relaciones bilaterales) no se encuentran en su mejor estado" lo que "afecta las condiciones de nuestro trabajo aquí", comentó Kisliak.
Los estadounidenses sostienen que un agente de seguridad ruso que hacía guardia frente a la Embajada de EEUU en Moscú agredió y golpeó a un diplomático estadounidense que intentaba entrar en el recinto.
La parte rusa lo niega y afirma que fue el estadounidense —un agente de la CIA que regresaba a la embajada tras una operación de inteligencia y se negó a identificarse a la entrada— el que agredió a un policía ruso en acto de servicio.