"Es el primer peón que entra en el juego político y militar contra Rusia, le seguirán piezas más importantes y peligrosas", advirtió Korótchenko.
El experto se mostró convencido de que Rusia responderá con el despliegue de nuevas divisiones en las regiones del norte y el oeste.
"Para 2018 (…) necesitamos emplazar en la región de Kaliningrado los sistemas Iskander que apuntarían a los componentes de defensa antimisiles de EEUU en el territorio polaco", dijo.
A mediados de mayo entró en servicio el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu, unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
EEUU planea construir un puesto similar con radares y misiles interceptores en Polonia, en la base de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que estas armas son de defensa y no debilitan la capacidad de disuasión nuclear rusa, pero el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que son parte de las capacidades nucleares estratégicas de EEUU emplazadas en la periferia.
Los batallones permanecerán en su destino continuamente pero se rotarán cada seis o nueve meses.
A cargo de cada unidad habrá un país líder (Alemania, Canadá, EEUU y Reino Unido) que asumirá el mando y aportará el grueso de los efectivos.
Se supone que los detalles del emplazamiento se darán a conocer en la cumbre que la OTAN celebra en Varsovia el 8 y el 9 de julio.