"Las amenazas no son la mejor herramienta diplomática, cada uno debe renunciar a utilizarlas, porque no tendrán ningún efecto", dijo.
Juncker agregó que espera que Ankara cumpla sus obligaciones respecto a la legislación antiterrorista.
El mandatario también declaró que Turquía no va a reconsiderar su legislación antiterrorista y acusó a la UE de promover la política de doble rasero.
En marzo pasado la UE y Turquía acordaron que Bruselas devolverá a Turquía a todo inmigrante irregular nuevo que llegue a las costas griegas.
Por cada sirio devuelto, la UE deberá aceptar un refugiado sirio, además, se comprometió a acelerar la liberalización de los visados para nacionales turcos y pagar 3.000 millones de euros adicionales hasta finales de 2018 para ayudar a Ankara a combatir la crisis migratoria.
Entre estas exigencias está la aplicación de medidas contra la corrupción, la realización de conversaciones sobre un acuerdo operativo con Europol, la cooperación jurídica con todos los países miembros, la revisión de la legislación sobre la lucha contra el terrorismo.
El representante oficial del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, informó a RIA Novosti que la entidad comenzará el proceso legal respecto al régimen libre de visados con Turquía solo después de que Ankara cumpla con todas las exigencias de la UE sin excepción.