La sesión arrancó en un ambiente crispado, que se agudizó la noche anterior cuando el dirigente conservador acusó de “simpatizantes de los terroristas” al líder laborista, Jeremy Corbyn, y sus correligionarios opuestos a los ataques aéreos.
De acuerdo a un sondeo publicado esta mañana por The Times, el 48 por ciento de los consultados aprueba la estrategia del Ejecutivo de Cameron, un 11 por ciento menos que hace dos semanas.
En la misma proporción han crecido los opositores, hasta el 31 por ciento, mientras que un 21 por ciento de británicos se declaran indecisos.
La organización 38 Degrees, que promueve el activismo en un abanico de causas, señala que el 75 por ciento de los registrados en su portal electrónico se opone a la integración de Reino Unido en la coalición occidental que está atacando al EI en Siria.
Este dato coincide con el resultado de las respuestas de miembros y simpatizantes del Partido Laborista recibidas por Corbyn en una consulta efectuada durante el fin de semana.
Cameron abrió el debate, que se prolongará durante toda la jornada, para culminar en una serie de votaciones, por la noche.
Más de un centenar de parlamentarios han secundado una enmienda en la que celebran el “renovado ímpetu hacia la paz y la reconstrucción en Siria”, pero “declinan autorizar la acción militar” porque, a su juicio, la estrategia de Cameron no se sostiene en “las presentes circunstancias”.
La Cámara de los Lores celebra su propio debate sobre la extensión de los ataques aéreos a objetivos islamistas en Siria.
Reino Unido participa desde 2014 en los bombardeos de las fuerzas aliadas en Irak.