Para la experta, la situación en torno a Grecia se ha convertido en "una partida de póker" en la que tanto el FMI, el gobierno de Syriza y el Banco Central Europeo juegan un papel protagonista pero que, en el fondo, mantiene en vilo tanto a Barack Obama como a Vladimir Putin quienes "están pendientes del precedente que podría causar la negativa del pueblo griego a acatar la austeridad en el euro".
En su opinión, Barack Obama habría influido en la decisión del FMI de divulgar este jueves que la deuda de grecia necesitará de al menos 50.000 millones de euros de financiación hasta 2018, en lo que la profesora observó como "un recordatorio de que su situación no es tan fuerte como el ministro Varoufakis quiere trasmitir a la población del país".
Por último, la experta alertó de la posibilidad real de que Grecia acabe dejando la zona euro, aunque no la Unión Europea, y que esto lleve de alguna manera a un acercamiento de Grecia a la esfera de Rusia algo que podría traducirse en que el país helénico comience a posicionarse contrario a la postura de la UE en asuntos contrarios a sus intereses como, por ejemplo, las sanciones a Rusia que perjudican su sector agrario.