"El deseo expresado por Nuland debe interpretarse como EEUU queriendo evitar cualquier decisión independiente que puedan tomar sus aliados alemanes y franceses e imponer directamente la voluntad de Washington en el proceso de paz", dijo Korybko a Sputnik Nóvosti.
El sábado 16 de mayo, la secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland dijo a la prensa que EEUU quiere jugar un rol más importante en las negociaciones de Minsk.
Por su parte, F. William Engdahl, analista geopolítico estadounidense y autor del libro Full Spectrum Dominance, cree que es EEUU el país que resultó aislado y busca influir en el desarrollo de las negociaciones.
"No me cabe duda de que Victoria Nuland y el Departamento de Estado se dieron cuenta de que están aislados. Alemania, Francia, Rusia e incluso el gobierno de Poroshenko en Kiev fueron capaces de sentarse a dialogar en Minsk y llegar a un acuerdo sin EEUU –que sea 100% efectivo o no es otro tema", dijo Engdahl a Sputnik Nóvosti.
Los estadounidenses, continúa Engdahl, se dieron cuenta de que les salió el tiro por la culata tras haber inicialmente boicoteado las negociaciones de Minsk, así que están buscando una nueva forma de sabotear cualquier solución pacífica.
Korybko lamenta que la propuesta estadounidense encuentre apoyo en Bielorrusia.
"Esto responde únicamente a interés propio, pero desgraciadamente, la idea de que EEUU se integre a las negociaciones de Minsk ha recibido apoyo del mismísimo (presidente de Bielorrusia, Alexandr) Lukashenko", dijo el experto y añadió que "él mismo dijo el mes pasado que no puede haber estabilidad en Ucrania sin la participación de EEUU en el proceso de paz".
El apoyo del mandatario bielorruso a la participación estadounidense se explicaría en el deseo de Minsk de mejorar las relaciones con Occidente a expensas, según Korybko, de la paz en Ucrania.
"Desde luego, las intenciones (de Lukashenko) deben interpretarse bajo el prisma de qué ganará personalmente bajo tal acuerdo desestabilizador" dijo y agregó que "Lukashenko busca 'legitimidad' en Occidente –el mismo Occidente que ha intentado derrocar a su Gobierno en varias ocasiones– y al parecer la avalancha de atención a nivel mundial que ha recibido Bielorrusia en los últimos meses por ser la sede de las negociaciones ha hecho que se le suban los humos a la cabeza".
La secretaria de Estado adjunta de EEUU para Europa y Eurasia, Victoria Nuland, llegó el domingo 16 de mayo a Moscú para entrevistarse con altos cargos rusos y abordar el cumplimiento de los acuerdos de Minsk y el futuro de las relaciones bilaterales.
La subsecretaria de Estado calificó los encuentros con los vicecancilleres como pragmáticos y detallados y mencionó que analizaron "cómo EEUU puede apoyar la implementación de los acuerdos de Minsk, ayudar a Ucrania, la OSCE y Rusia, que tratan de promover el trabajo del Grupo Trilateral de Contacto y de los subgrupos de trabajo para la seguridad, política, economía y aspectos humanitarios".
La solución a la situación en Donbás se debate en diversos formatos, incluido el de los encuentros del Grupo de Contacto (Rusia, Ucrania, la OSCE) en Minsk que desde septiembre pasado aprobó tres documentos que determinan los pasos para distender el conflicto.
