Según la líder alemana, Angela Merkel, la Comisión Europea sería la encargada de elaborar e imponer estas nuevas sanciones “si la ejecución del paquete de medidas de Minsk se ve infringida gravemente”.
"Las partes confirmaron su decisión de obrar con rapidez y de modo coordinado para obligar a pagar un precio mucho mayor de registrarse infracciones serias de lo acordado en Minsk o de intentar los separatistas apoyados por Rusia apoderarse de nuevos territorios", informó la Casa Blanca.
En la conversación con Obama participaron el primer ministro del Reino Unido, David Cameron; el presidente de Francia, François Hollande; la canciller de Alemania, Angrla Merkel; el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, y el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk.
Al mismo tiempo, los interlocutores dijeron esperar que los convenios de Minsk se cumplan plenamente, lo que permitiría atenuar las sanciones.
Obama y los dirigentes europeos instaron a todas las partes a abstenerse de librar operaciones de combate, a cooperar con la OSCE en la retirada del armamento pesado y a concluir el canje de prisioneros.
Además, expresaron su apoyo a las reformas que planea efectuar el Gobierno de Ucrania y prometieron prestar una ayuda financiera a Ucrania.
Se debatió además la situación en Libia y la lucha contra el grupo terrorista que se autodenomina "Estado Islámico".
El diputado ruso, Frants Klintsévich, opina a su vez que al prorrogar las sanciones contra Rusia por un año más, “Washington empuja a las partes en Ucrania a continuar el conflicto”.
Indicó que las sanciones ahora no están vinculadas con la situación en Ucrania, precisando que "es una posición peligrosa".
“Nos dicen sin ambages que cualesquiera que sean los esfuerzos que aplique Rusia para resolver la crisis ucraniana, EEUU seguirá en sus trece”, declaró Klintsévich a periodistas.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania.
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú que afectan tanto a particulares como a empresas concretas y a sectores enteros de la economía rusa.
Rusia negó en más de una ocasión ser parte del conflicto ucraniano, así como dijo estar interesada en que Ucrania supere la crisis política y económica y conserve su integridad territorial.
Desde abril pasado, Ucrania está sumida en una crisis que se intensificó tras lanzar Kiev una operación especial contra los independentistas del este del país, con un saldo de más de 6.000 muertos, según la ONU.
El Grupo de Contacto Tripartito (OSCE, Rusia y Ucrania) para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó el pasado 12 de febrero un documento que estipula, entre otras medidas, el cese del fuego, la retirada de las armas pesadas y la realización de una reforma constitucional en Ucrania.