El 30 de agosto, los terroristas cosieron la boca de cuatro civiles en la ocupada Mosul por haber admitido los avances del Ejército iraquí en su ofensiva contra Daesh.
Un residente local informó a Sputnik que en Mosul —la segunda ciudad más grande de Irak— actúa una red de espías de Daesh que delata a los que hablan o divulgan las victorias de la coalición antiterrorista y los castigan públicamente.
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"A una conversación casual mantenida por cuatro de nuestros habitantes, que discutían los logros del Ejército iraquí, se unió un hombre. De manera natural participó en la discusión sobre las derrotas de Daesh y las operaciones ofensivas en la provincia de Nínive, discutió acerca de la liberación de al Kiara y los voluntarios que se unieron a la milicia, entre otros temas. Luego, los cuatro fueron detenidos y les cosieron la boca con un alambre metálico", comunicó el residente de la urbe, cuya identidad no ha sido revelada por razones de seguridad.
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Daesh no deja a la población civil que abandone las localidades ocupadas por ellos, ya que los civiles sirven de escudo humano para los yihadistas. El hecho de que los ciudadanos se queden en los territorios tomados por Daesh complica considerablemente las operaciones militares para liberar estas áreas, puesto que los yihadistas se esconden en casas rodeados de civiles.