"Debido al intento de golpe de Estado en Turquía, en correspondencia con el artículo 120 de la Constitución, se declara el estado de excepción por un plazo de tres meses, para de un modo más efectivo y rápido tomar las medidas que garanticen los derechos y libertades de los ciudadanos", declaró el titular tras la reunión del Consejo de Seguridad y el Gobierno de esta nación.
"Los países europeos, que toman medidas semejantes tras pequeños atentados terroristas que no pueden compararse con la amenaza a la que se enfrentó nuestro país, no tienen derecho a criticarnos por la medida tomada de implementar el estado de excepción", afirmó.
El mandatario añadió que los derechos, las libertades y la democracia en Turquía no saldría afectadas, sino por el contrario, fortalecidas, tras la implementación del estado de excepción.
Después de sofocar la rebelión, las autoridades empezaron purgas en las Fuerzas Armadas, cuerpos de seguridad y organismos del poder judicial para identificar a los representantes del 'Estado paralelo', partidarios del exiliado clérigo islamista Fethullah Gülen, a quien Ankara identifica como promotor de la intentona y cuya extradición exige a EEUU.