Anteriormente, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que podría restablecer en la Constitución de Turquía la pena capital.
"La restitución de la pena de muerte sería, obviamente, absolutamente inadmisible, es necesario que Turquía entienda que rehusamos la pena capital como una forma de castigo cruel e inhumana", dijo Kurz al diario Kurier.
"Austria a través del Ministerio de Exteriores insiste en que Turquía se mantenga dentro ciertos límites", enfatizó.
Turquía vivió en la noche del 15 de julio un intento de golpe militar que se saldó con más de 290 muertos, de ellos 190 civiles y oficiales y un centenar de golpistas, y más de 1.400 heridos.
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Según el ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, unas 6.000 personas fueron detenidas tras la intentona fallida.