La carta precisa que el trabajo en este ámbito es coordinado por la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía, que controla los almacenes con armamento y municiones en las localidades fronterizas.
Según el documento, el tráfico de armas se realiza principalmente en automóviles, incluidas las caravanas de camiones con carga humanitaria.
Lea más: Asad denuncia que Turquía apoya a los terroristas
La carta enumera varias organizaciones, financiadas por los países europeos y de Oriente Medio, y también por donaciones de personas físicas y jurídicas, entre ellas las ONG Besar, Iyilikder y la Fundación de Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, que enviaron cargas distintas, incluyendo el equipo militar, a los terroristas en 2015.
Además, desde Ankara fueron suministrados químicos industriales y sustancias explosivas, como el nitrato de amonio y el nitrato de potasio, glicerina y el ácido nítrico, a los grupos terroristas, por valor de al menos 2 millones de dólares, dice la carta.
El Ministerio ruso de Defensa acusó a Turquía de apoyar a los terroristas en Siria con armas y de facilitar el traslado de combatientes a través de su territorio en reiteradas ocasiones.
Ankara también fue acusada de comerciar petróleo con Daesh, proscrito en Rusia, lo que confirmaron los Ministerios de Defensa de Grecia, Rusia e Israel.