"El EI es mucho más fuerte de lo que pensamos aquí", es la primera impresión que Todenhöfer compartió en una entrevista con el portal de noticias alemán Der Tz.
Ya controla un territorio mayor que Gran Bretaña y "es apoyado con un entusiasmo casi extático" que Todenhöfer dice no haber visto jamás en otras zonas de hostilidades.
"Centenares de combatientes voluntarios vienen a diario de todo el mundo. ¡Para mí es incomprensible!", dijo.
El objetivo del EI, en opinión del reportero, es borrar del mapa todas las religiones dejando solo a los adeptos de un Islam puro, así como a judíos y cristianos. "Las demás religiones, chiíes, hindúes, ateos o politeístas deben ser destruidas", de acuerdo con este plan que Todenhöfer define como "la mayor operación de limpieza religiosa en la historia".
El periodista estima que el EI cuenta con entre 30.000 y 40.000 combatientes. En el llamado Estado Islámico de Irak, según él, los extranjeros representan un 70% de esta fuerza, mientras que en Siria son un 30%.
