Las nuevas potencias emergentes muestran su influencia

El pasado 13 de abril, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, arribó a la isla china de Hainan para asistir a la cumbre del Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se celebró el 14 de abril y al Foro de Boao para Asia (FBA) inaugurado el día siguiente.
Ambos eventos demuestran que un nuevo grupo de los Estados, incluida Rusia, empiezan a desempeñar un papel más importante en la arena internacional.
   
Alianza modernizadora 2

En su discurso pronunciado en el Foro de Boao, el presidente ruso anunció el tema de la presidencia de Rusia en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 2012 que concluirá con la cumbre celebrada en otoño de 2012 en la ciudad rusa de Vladivostok.

 “Estamos abiertos para la cooperación más amplia en el ámbito de la modernización y esto será el tema clave durante la presidencia de Rusia en el APEC en 2012”, dijo Medvédev.

El tema clave fue determinado en el proceso de una animada discusión, casi todos los puntos de la que mencionó Medvédev en el Foro de Boao, es decir, la creación de una nueva arquitectura de seguridad en la región Asia-Pacífico, la cooperación energética, etc.

En general, se analizaron todas las direcciones de la política oriental de Moscú, que fueron más o menos eficaces o deberían ser renovadas por completo. Pero al fin y al cabo se apostó por la modernización, lo que fue predecible, ya que es también el tema clave de la presidencia de Dmitri Medvédev en Rusia.
Cuando se trata de la política occidental de Rusia, Moscú persigue los objetivos exclusivamente políticos al ofrecer a la UE y EEUU formar una “alianza modernizadora”.

Es que las tentativas de aislar a Rusia durante la presidencia de Vladímir Putin han llegado a un callejón sin salida y, hoy en día, Moscú propone la cooperación tecnológica al Occidente para modernizar primeramente la economia rusa, lo que inevitablemente provocará la modernización política (exactamente en este orden).
Las fuerzas liberales rusas, propensas a las ilusiones en materia de la política exterior, dieron un montón de interpretaciones a esta fórmula simple de una alianza.
Por ejemplo, se declara que Moscú se hizo más orientada hacia el Occidente porque todos los recursos necesarios para la modernización presuntamente están concentrados en EEUU y la UE.

Pero en realidad, sería extraño cambiar de orientación en la época cuando el propio Occidente empieza a orientarse hacia el Oriente, dejando bien claro que el potencial modernizador y muchos otros recursos se trasladan en la parte del mundo donde están desarrollándose rápidamente nuevas potencias, las que antes del Foro de Boao se habían reunido en la cumbre del Grupo BRICS.

Finanzas y el Consejo de Seguridad

Los resultados de la tercera cumbre de BRICS fueron mal entendidos y mal comentados por los medios noticiosos internacionales.
Esto es explicable porque se trata de un fenómeno relativamente nuevo, o sea, una alianza de países muy distintos, algunos de los que ni siquiera están en relaciones de amistad, unidos sólo por un sentido común que ahora llega su turno de gobernar el mundo. Y es posible acelerar la llegada de este momento al aunar esfuerzos cuando sea posible.

Las declaraciones finales de las cumbres sólo muy raramente dan una idea clara del proceso real de las discusiones y negociaciones. La cumbre del Grupo de BRICS es este mismo caso. El documento final se aprobó mediante consenso y no representa una sóla declaración sino incluye un plan de acciones concretas.

El documento ofrece una visión bien clara que es necesario contribuir al desarrollo de la humanidad y establecimiento de un mundo más equitativo y justo. Ante todo, se busca la justicia respecto a unos 3 mil millones de habitantes de los países de BRICS que, en conjunto, producen hasta un 50% del PIB mundial y, en esencia, salvaron al mundo de la crisis.

El documento establece las acciones que los países BRICS están emprendiendo y van a emprender para conseguir más justicia. Ante todo, se trata de las divisas y finanzas, por ejemplo de una distribución de cuotas más justa en el marco del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los temas políticos asimismo fueron abordados. Se trata de Libia y otros escenarios político-militares.
Hoy en día, todos los cinco países BRICS son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que China y Rusia son miembros permanentes con el derecho de veto.

Ya está claro que próximamente las potencias emergentes harán responder a los que participan en la “operación humanitaria” en Libia, sin respetar estrictamente los objetivos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el país
africano.

Es decir, BRICS tienen intenciones de promover su concepción de las relaciones internacionales. A ver si lo consiguen.

Entre China y la India

La confusión y desacuerdo reinan en los comentarios respecto a la cumbre del Grupo BRICS, incluido en los propios países BRICS. Este club es en realidad muy extraño.
Por ejemplo, el periódico The Times of India se preocupa más que todo por qué China no respalda la elección de la India como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque son aliados en el Grupo BRICS.

El principal periódico chino Renmin Ribao destaca que el poder económico global ya ha pasado a manos de la nueva alianza de países emergentes. ¿No es prematuro hacer tales declaraciones?
Entretanto, los medios europeos, por ejemplo, el periódico The Financial Times, centra la atención en el hecho que a raíz de la presidencia de China, otros países BRICS empezaron a hablar en chino de una manera sospechosa.
 
Es un comentario muy curioso, porque la siguiente cumbre del Grupo BRICS se planea celebrarla en la India. Y no cabe dudas que la India dará a la actividad del club BRICS un color exótico e inesperado.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI