Theresa May asumió el 13 de julio el cargo de primera ministra del Reino Unido. Las islas británicas se convirtieron así en otra potencia europea gobernada por una mujer, siguiendo la estela de Angela Merkel en Alemania.
De esta manera, es una tendencia que potencialmente podría conllevar cambios sustanciales para todo el mundo occidental, tales como "la suavización de las tensiones diplomáticas vigentes, reducción de conflictos y promoción del desarrollo pacífico", si bien este resultado no está garantizado, opina el periodista turco Murat Yetkin.
De alcanzar Hillary Clinton el poder en EEUU, tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU serán mujeres que, además, se convertirán en líderes del G7 y otros grupos y organizaciones internacionales.
"Será el primer caso en la historia en que las mujeres ejerzan tanto poder en asuntos mundiales", explicó el autor.
Todavía se desconoce si la tendencia de elegir mujeres para altos cargos de los países europeos desencadenará la aparición de féminas al mando de las principales instituciones de la ONU. Lo que sí es cierto es que la participación directa de May y Merkel en los asuntos de Gobierno de la UE "desembocará en la renovación política y económica y, tal vez, podría alterar las reglas del juego dentro de la organización".