"El Pentágono nos exigió públicamente destruir todo lo que teníamos pensado publicar sobre ellos y también hacerlo con los documentos ya publicados", dijo Assange en una entrevista a la cadena rusa Rossiya 1.
Agregó, no obstante, que WikiLeaks no accedió a eliminar "ni un solo documento".
"Estamos publicando lo que queríamos publicar así que ellos han perdido", apostilló.
Assange denunció la persecución sin precedentes que sigue sufriendo él y otros empleados de WikiLeaks por su labor profesional.
"Es un hecho inaudito en toda la historia de EEUU", dijo.
Señaló al mismo tiempo que en cierta medida se siente "halagado" por ser el enemigo de una potencia.
"Eso significa que hago bien mi trabajo", opinó al tiempo de reconocer que semejante "fama" ha dificultado considerablemente la vida cotidiana de su familia y la suya propia. "Pero aun así, prosigo con mi labor", reiteró.