“Una vez más vemos como la intervención en los asuntos internos de los Estados soberanos –atrayendo a fuerzas radicales, organizando golpes de Estados inconstitucionales– no solo desestabiliza a los países sino que aumenta el potencial conflictivo en las relaciones internacionales”, destacó.
Lamentó que actualmente ningún Estado ni ningún grupo de países tenga recursos suficientes para resolver los problemas globales de forma efectiva. Advirtió que el mundo se hace cada vez menos seguro e impredecible.
En ese contexto destacó que “el diálogo entre Rusia, India y China no es solo un instrumento efectivo para el desarrollo de las relaciones entre estos países, sino un factor muy importante de la política internacional”.