“La OTAN está apoyando todos los esfuerzos para tratar de encontrar una solución pacífica basada en los acuerdos de Minsk”, dijo tras una reunión con el canciller ucraniano, Pavló Klimkin. “Estamos muy preocupados por la situación y también por el continuo apoyo de Rusia a los separatistas”, agregó Stoltenberg.
El lunes pasado tuvo lugar una sesión de la comisión Ucrania-OTAN, donde los embajadores abordaron la situación en el este de Ucrania y en particular el bombardeo de Mariúpol.
Kiev y Occidente acusaron en repetidas ocasiones a Moscú de prestar ayuda financiera y técnica a las milicias de Donbás. A su vez Moscú rechazó estas acusaciones y declaró que no es parte del conflicto interno de Ucrania.
Donbás está sumido en un conflicto armado que, según la ONU, ha causado más de 5.000 muertos y casi 11.000 heridos desde abril pasado, cuando Kiev lanzó una operación militar contra las milicias independentistas.
En las últimas dos semanas en Donbás se ha observado una escalada del conflicto, con violaciones cada vez más frecuentes de la última tregua declarada el 9 de diciembre.
Ambas partes del conflicto se acusan de infringir el armisticio.