Estados Unidos y Cuba anunciaron esta semana el restablecimiento de sus relaciones después de 53 años de bloqueo y embargo por parte de Washington. El Congreso norteamericano debe votar si levanta el embargo económico.
"Estados unidos se estaba quedando rezagado, aislado de alguna manera" dice Anna Ayuso, doctora en Derecho Internacional Público e investigadora sénior de la Fundación Cidob en unas declaraciones a Sputnik Nóvosti.
La celebración de la Cumbre de las Américas el próximo mes de abril en Panamá fue la gota que desbordó el vaso. "Muchos países de América Latina habían amenazado con no acudir, especialmente los que forman el Alba"
"Hubiera sido un fracaso político difícil de justificar" cree Ayuso.
"El papel de Colombia y Brasil también ha sido muy importante" recuerda a Sputnik Novosti Susanne Gratius, profesora de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora asociada en FRIDE.
Para Gratius, la nueva situación va a implicar también que "Cuba baje su nivel de relación con Venezuela" porque La Habana con este gesto "ha optado por otro tipo de reinserción internacional".
Las dos expertas creen que ha sido fundamentalmente el contexto continental el que ha propiciado el cambio entre los dos países americanos. Y aseguran que mientras no se levante el embargo, Cuba mantendrá sus relaciones políticas y económicas como hasta ahora.
"No le quito importancia al papel de Rusia", estima Ayuso porque en el contexto actual han influido muchos factores.
Según la experta del Cidob, "EEUU se toma más en serio la presencia de Rusia en Latinoamericana de lo que se lo había tomado hasta ahora porque es un poco su territorio".
"Igual que Rusia se queja de la intervención europea en lo que considera su parte de influencia en Europa, EEUU también puede ver los movimientos rusos en América Latina como algo que puede interferir en su vecindario".
Para las dos expertas, la política de sanciones ha sido un auténtico fracaso, que ha reconocido hasta el propio presidente estadounidense Barak Obama.
"Pero no sé lo que ha sido más dañino, si las sanciones o la propia política económica cubana" matiza Gratius. "Creo que las dos cosas han contribuido", concluye.
Ayuso y Gratius coinciden en que la nueva situación será beneficiosa para Cuba ya que permitirá la dinamización de su economía.