La XXIV Cumbre Iberoamericana por la educación, la cultura y la innovación, ha sido inaugurada la noche del lunes en Veracruz, México, por el presidente Enrique Peña, ante 15 jefes de Estado y Gobierno, entre ellos el rey de España, pero con ausencias notables de Suramérica.
En cambio, los países del bloque formado por la Alianza del Pacífico asistieron en pleno con los presidentes de Chile, Perú, Colombia y el próximo aspirante centroamericano, Costa Rica.
El debut en una cita iberoamericana del rey Felipe VI de España, elevado al trono tras la abdicación de su padre este año, ha sido el mayor espaldarazo recibido por los organizadores mexicanos, pero el monarca llegó sin la reina Leticia, debido a que los anfitriones eliminaron las tradicionales actividades oficiales para las primeras damas.
Pero, por razones diversas, con una coincidencia en la orientación "bolivariana" de sus liderazgos, los mandatarios de Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela desairaron al presidente Enrique Peña, que vive su peor momento por la crisis política originada en la masacre de 43 estudiantes de magisterio rural.
El presidente mexicano señaló que los objetivos de la cumbre son: el intercambio de mejores prácticas en educación, la capacitación de los maestros, el fortalecimiento de la cooperación en la educación básica, la alfabetización de nuestros adultos mayores, y la apertura de nuevas oportunidades de inclusión y desarrollo para los jóvenes.
Peña que advirtió que, aunque se trata de un foro dedicado a la educación y la cultura, en esta Cumbre los mandatarios se proponen reflexionar sobre el tema con un enfoque muy preciso: "su vinculación con el crecimiento económico y el bienestar social".
El único mandatario del bloque suramericano de izquierdas que asistió al histórico puerto de Veracruz, frente al Golfo de México, fue el gobernante de izquierda democrática moderada de Uruguay, José Mujica, quien llegó a promover su política antidroga basada en la legalización de la marihuana.
El mandatario anfitrión dijo en su discurso inaugural que las naciones iberoamericanas han sido la cuna de 12 Premios Nobel de Literatura, "y de artistas y músicos que siguen deslumbrando al mundo entero", para enfatizar el ángulo cultural de la cita.
El presidente mexicano resaltó el poder transformador de la educación, citando al escritor colombiano, quien vivió y escribió durante años en México y murió en este país en abril de este año, Gabriel García Márquez, quien alguna vez dijo "creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social", en Latinoamérica.
El "Gabo", dijo el presidente de México, pensaba que" la educación será su órgano maestro (del cambio), una educación que aproveche al máximo nuestra creatividad inagotable, que integre a las ciencias y a las artes en la canasta familiar".
"El maestro García Márquez tenía y tiene razón –comentó Peña-: la educación es el motor del cambio, la educación es el derecho que abre la puerta de los demás derechos fundamentales de las personas, es la base del progreso, de la comunicación, y por supuesto, de la democracia" dijo Peña.
El jefe de Estado mexicano anunció el objetivo estratégico de de crear "un marco de movilidad educativa, que impulse una formación de calidad y logre una mayor pertinencia de la educación superior".
La meta de los países iberoamericanos es beneficiar hacia el año 2020 al menos a 200 mil jóvenes y docentes de la región, con becas que les permitan continuar estudiando en el espacio iberoamericano.
Los mandatarios trabajarán además en "fortalecer y promover los vínculos entre nuestras universidades, centros de investigación, empresas y gobiernos, para generar un crecimiento compartido y sostenido".
Finalmente, en cuanto al tercer gran tema de la Cumbre, la innovación, la meta es "el acceso de todos a las tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo el Internet, es fundamental y crucial".
