El presidente de Serbia, Tomislav Nikolic, y el mandatario ruso, Vladímir Putin, depositaron este jueves en Belgrado ofrendas florales al monumento a los soldados soviéticos y yugoslavos que liberaron la capital serbia de los ocupantes nazis durante la II Guerra Mundial.
“Siempre guardaremos la memoria de los guerreros soviéticos y yugoslavos que sacrificaron sus vidas en aras de la paz en Europa. Admiramos su hazaña, un gran aporte en nuestra victoria común. Reverenciamos su valentía y determinación”, expresó el presidente ruso en una inscripción en el libro de invitados de honor.
El monumento se encuentra en el cementerio dedicado a los libertadores en Belgrado, inaugurado en 1954, donde yacen los restos de los soldados soviéticos y yugoslavos caídos en la II Guerra Mundial.
Putin llegó a Serbia el 16 de octubre con motivo del 70º aniversario de la liberación de Belgrado de los ocupantes nazis, una operación conjunta del Ejército Rojo y el Ejército de Liberación Popular de Yugoslavia que se saldó con 4.350 soldados soviéticos muertos y unos 14.500 heridos.