Holanda emprendió este viernes las primeras acciones legales para liberar a 30 tripulantes del buque de Greenpeace, Arctic Sunrise, acusados de piratería en Rusia tras un intento de escalar una plataforma petrolera de Gazprom en el Ártico.
El ministro holandés de Asuntos Exteriores, Frans Timmermans, anunció que su país, bajo cuya bandera navegaba el Arctic Sunrise “inició hoy un proceso arbitral conforme a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (…) contra lo que considera una detención ilegal del barco, para desembargarlo y liberar a sus tripulantes”.
Los 30 activistas de Greenpeace que se encontraban a bordo del Arctic Sunrise, nacionales de 18 países, permanecen bajo arresto y deberán responder a la acusación de “piratería”, delito que se castiga en Rusia con penas de hasta 15 años de cárcel.
Timmermans precisó que si no hay ningún avance en las dos próximas semanas, el Gobierno holandés podría llevar el caso al Tribunal Internacional para el Derecho del Mar, en Hamburgo, que dirime las controversias en esta materia.
