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La histeria sobre el veto de Rusia en la ONU es un pretexto para encubrir la realidad en Siria

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La histeria que ha desatado en algunas capitales del mundo el veto impuesto por Rusia a la resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria es un pretexto para encubrir los acontecimientos que realmente ocurren en ese país, árabe, afirmó hoy el canciller ruso Serguei Lavrov, quien viajará mañana a Damasco.

La histeria que ha desatado en algunas capitales del mundo el veto impuesto por Rusia a la resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria es un pretexto para encubrir los acontecimientos que realmente ocurren en ese país, árabe, afirmó hoy el canciller ruso Serguei Lavrov, quien viajará mañana a Damasco.

“Me parece que con esas declaraciones de histeria se intenta encubrir, antes que todo, la esencia de lo que ocurre actualmente en Siria”, dijo Lavrov a la prensa.

Según Lavrov lo que actualmente ocurre es que en Siria hay más de un foco de violencia y en esa confrontación participan varias fuerzas. 

“Aspiramos a que se cumpla el punto clave de la iniciativa de la Liga Árabe de noviembre pasado sobre la necesidad de poner fin a la violencia en Siria. Apoyamos también la propuesta de la Liga, de impedir cualquier injerencia foránea y garantizar el comienzo del diálogo entre todas las fuerzas de Siria, sin condiciones previas (…). No vemos ninguna necesidad para cambiar tal posición”, indicó.

Lavrov dijo que el proyecto de resolución fue sometido a votación apresuradamente el 4 de febrero, a pesar de que Moscú pidió esperar unos días, para volver a analizar la situación tras la visita de Lavrov y del director de la Inteligencia Exterior de Rusia, Mijaíl Fradkov, a Damasco, fijada para el 7 de diciembre.

Rusia y China votaron en contra del proyecto presentado, provocando irritación en muchos países occidentales. Según el canciller ruso, en esa votación apresurada estaban interesadas las fuerzas que quieren cambiar el régimen en Siria y distraer la atención de la actividad de unos grupos armados que reciben armas y otra ayuda del exterior.

“Tal actitud sólo lleva a aumentar el número de las víctimas mortales en el país”, dijo Lavrov.Moscú y Pekín temen la repetición en Siria del “guion” realizado en Libia, donde la oposición apoyada por la ONU y las tropas de la OTAN derrocó el régimen de Muamar Gadafi, pero no consiguió recuperar la estabilidad.

La parte rusa propuso que junto con la exigencia de retirar las tropas y las fuerzas de seguridad de las ciudades sirias, dirigida al Gobierno, el proyecto de la resolución incluyera también la demanda de que las abandonen los grupos armados, recordó Lavrov.

“Nos extrañó la negativa de los autores del proyecto de aceptar las enmiendas rusas absolutamente lógicas”, dijo Lavrov.

Preguntado sobre los detalles de su próxima reunión en Damasco con el presidente sirio Bashar Asad, el canciller evitó hacer comentarios.

La cancillería rusa informó anteriormente que Lavrov y Fradkov analizarán con Asad el logro de la estabilización y las transformaciones democráticas en Siria.

Las protestas antigubernamentales no cesan desde hace diez meses en Siria. A diario llega información sobre la muerte tanto de civiles como de militares y agentes del orden público.Según datos de la ONU, el conflicto se cobró ya más de cinco mil vidas.

Las autoridades dicen que más de dos mil militares y policías perecieron al luchar contra unos grupos armados ilegales.La televisión mostró armas, explosivos, dinero y medios de comunicación decomisados a ellos.

El conflicto adquiere un carácter cada vez más cruento. Hace unos meses, los desertores del Ejército de Siria formaron en distritos turcos limítrofes el llamado Ejército Libre de Siria para luchar contra el Gobierno del país.

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