Fuerzas del nuevo Gobierno libio prometen conquistar en los próximos días Sirte, ciudad de unos 70.000 habitantes que es cuna de Muamar Gadafi y centro de resistencia de los gadafistas, escribe hoy el diario Moskovskie Novosti.
El jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdul Jalil, aseguró que Sirte “será liberada en el transcurso de esta semana”. Fuerzas del Gobierno interino lanzaron el pasado viernes una nueva ofensiva contra esa ciudad que mantienen sitiada desde el 15 de septiembre.
Ubicada en la costa mediterránea de Libia, Sirte se llama a menudo “corazón del país, punto de convergencia entre el Este y el Oeste”. Su conquista es vital para que el CNT pueda anunciar “plena liberación de Libia” y extender el control a la totalidad de los puertos que son clave para las exportaciones petroleras.
A la ofensiva actual le precedió un intenso bombardeo artillero con el uso de lanzamisiles múltiples, carros de combate, morteros, cañones de campaña y ametralladoras de gran calibre, paralelamente a los ataques de aviones de la OTAN.
Los gadafistas, representados básicamente por combatientes de las brigadas de élite del antiguo régimen, se defendieron con lanzaminas, lanzagranadas y ametralladoras. Según diversas fuentes, causaron a las fuerzas del CNT medio centenar de muertos y más de 200 heridos, en gran parte, gracias al uso de francotiradores. Los atacantes tuvieron que reagruparse varias veces y solicitar refuerzos.
Finalmente, fuerzas del CNT ocuparon varios baluartes de la resistencia gadafista, en particular, la Universidad de Sirte, el hospital Ibn Sina y el centro de convenciones Uagadugú.
A principios de la semana pasada, el CNT proclamó un cese del fuego para que la población civil de Sirte pudiera abandonar la ciudad pero muchos vecinos prefirieron quedarse. Pertenecen, mayoritariamente, a la misma tribu que Gadafi y temen represalias por parte del nuevo régimen, máxime que ya hubo precedentes de este tipo.
La situación de Sirte podría definirse hoy como catástrofe humanitaria: la ciudad lleva más de cuatro semanas sin agua ni electricidad y las existencias de víveres se están agotando. Los hospitales están llenos de heridos pero del personal sólo quedan enfermeras y alumnos en prácticas.
Todavía se desconoce el paradero del coronel Gadafi quien gobernó Libia durante más de cuatro décadas. Según algunas hipótesis, tanto él como su hijo Seif al Islam se encuentran en Bani Walid, ciudad que resiste desde septiembre pasado los ataques del CNT.
