Además de Japón, la licitación de 36.000 millones de dólares buscan ganar Alemania y Francia.
El plan japonés prevé entregar a Australia las tecnologías de producción de submarinos que sustituyan a modelos obsoletos de clase Collins.
El ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, declaró anteriormente que si Camberra opta por submarinos nipones, habrá la posibilidad de construir "un modelo de la cooperación estratégica entre Australia, EEUU y Japón".