Hasta la fecha, los historiadores pensaban que la nave había naufragado en un lugar completamente diferente.
Actualmente, el hallazgo ha suscitado debates en torno a la necesidad de levantar el submarino desde el fondo del mar. Resulta que el navío guarda desde la Primera Guerra Mundial en su casco varios proyectiles que no han explotado.
De acuerdo con el jefe del Centro de Operación de Defensa, Klaus Randrup, minas de ambas guerras mundiales se encuentran enterradas en aguas danesas y es más seguro tenerlas allí que traerlas a la superficie del mar.
"Aunque no son tan peligrosos como lo eran hace 99 años, cada proyectil tiene un detonador que es especialmente susceptible a la presión y al viento, por lo que si alguien los levanta podrían explotar", dijo Randrup.