Los pasajeros del tren que iba de Italia a Suiza escucharon unos gemidos que parecían salir del equipaje. Preocupados y asustados, informaron a la Policía de los extraños sonidos.
Resultó que dentro de una maleta se escondía un migrante eritreo que tenía como objetivo final llegar al Reino Unido. Sin embargo, nada más cruzar la frontera entre Italia y Suiza, el refugiado no pudo aguantar más el dolor y empezó a gemir.
La Policía detuvo al inmigrante, que viajaba sin documentos, y lo envió a Italia. Además, encontraron a su compañero, que se escondía en el baño del tren.
Las autoridades policiales afirmaron estar al tanto de que en el tren viajaban dos inmigrantes ilegales y tenían previsto pararlo antes de que los pasajeros los informaran de los incidentes con el equipaje.
