Hanna Yarker, de la ciudad de Sale del condado de Gran Mánchester, empezó a notar la diferencia entre las hermanas al poco tiempo después de su nacimiento.
Cayó en cuenta que mientras Anaya tenía la piel y los ojos claros, el color más oscuro de Myla parecía más al de su padre Kyle Armstrong, de procedencia mestiza.
"Las niñas no eran diferentes, su piel era más de tono violeta", contó a Sputnik. "Después de casi 3 semanas ellas empezaron a diferenciarse, lo primero fue el color de sus ojos".
"Tanto Kyle como yo estábamos confundidos cuando nuestras hijas empezaron a cambiar", dijo.
A diferencia de los gemelos idénticos, que nacen cuando el óvulo fertilizado de la madre se divide en dos partes con igual información genética, los gemelos de apariencia similar, se desarrollan en diferentes bolsas amnióticas recibiendo diferentes genes de cada pariente.
El código que define el color de la piel consiste entre 1 y 7 genes que vienen a combinarse en la gente de origen mixto. En este caso, Myla recibió los genes más "oscuros" de su padre mientras que Anaya los "blancos" de su madre.
Según Yarker, las hermanas de 10 meses de edad que se tardaron varios minutos en nacer, tienen las características faciales similares y muy a menudo prefieren trajes idénticos, en la mejor de las tradiciones del código de vestimenta de gemelas.
Sin embargo, esto no ha puesto fin a las preguntas sobre sus bebés únicamente diferentes.
"La gente se sorprende mucho y continúan preguntándome diversas cosas", dijo Hanna.
"Entre las preguntas más populares se encuentra la de si son hermanas verdaderas. Hay los que preguntan si son mis hijas o no".