En una ceremonia de condecoración de militares que durante cinco meses y medio participaron en la operación en Siria, el presidente también agradeció la labor de los fabricantes rusos de armas y en particular de los ingenieros y operarios.
"El armamento moderno ruso ha superado muy bien la prueba, y no en un polígono de entrenamiento, sino en combates reales", subrayó.
Putin elogió asimismo la labor de los servicios logísticos encargados del abastecimiento de las tropas rusas en el país árabe.
"Las cuestiones más importante del abastecimiento y organización de la labor combativa de nuestro grupo (…) se resolvieron con rigor, precisión y diligencia, lo que demuestra una vez más el aumento cualitativo de las capacidades de las FFAA rusas", dijo.
Al referirse al aspecto económico de la operación en Siria, Putin subrayó que el grueso del coste, unos 33.000 millones de rublos (464,6 millones de dólares), estaba incluido ya en el presupuesto del Ministerio de Defensa como partida destinada a los entrenamientos y maniobras.
"Y nadie ha inventado todavía una manera más eficaz de entrenarse y perfeccionar las destrezas que en un combate real", dijo.
De esta forma, el gasto en la operación en Siria fue "absolutamente necesario y está justificado", resaltó Putin.
"Son gastos en el refuerzo de la capacidad de defensa de nuestro país, en la resolución de tareas de seguridad corrientes y estratégicas, y hay que hacer todo estos ya, para no tener que pagar un precio mucho más alto en el futuro", aseveró.