La inspección se realizó del 16 al 21 de marzo por orden del presidente Vladímir Putin, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y abarcó a la Flota del Norte, las Fuerzas de Desembarco Aéreo, la aviación estratégica y algunas unidades de todos los distritos militares.
"Durante las maniobras desarrolladas en el marco de la inspección, las tropas fueron trasladadas a polígonos de tiro y los buques, emplazados en los mares de Barents, Noruega, Báltico y Negro", comunicó Shoigú.
Dijo que las agrupaciones navales, creadas durante la inspección, simularon atacar los navíos del adversario ficticio y practicaron desembarcos anfibios en costa no acondicionada.
Las Fuerzas de Desembarco Aéreo, a su vez, fueron trasladadas a la península de Kola y a los archipiélagos de Nueva Zembla, la Tierra de Francisco José y otras islas.
"La aviación se trasladó a los aeródromos de la provincia de Kaliningrado, el Lejano Oriente ruso y la península de Kola, y participó en desembarcos de tropas y ataques en el mar Negro", apuntó Shoigú.
El ministro informó con anterioridad que los ejercicios movilizaron a casi 80.000 efectivos, más de 12.000 piezas de armamento, 65 buques submarinos y de superficie y unos 220 aviones y helicópteros.
Después de la época soviética, las inspecciones sorpresa se retomaron en Rusia en 2012, poco después de que Serguéi Shoigú asumiera el cargo de titular de Defensa.
Según expertos, las inspecciones permiten mejorar de manera considerable la interacción de distintas unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia.
Inspecciones similares se efectúan cada año además de unos 3.500 ejercicios de distinto nivel.
