Es la primera selección de refugiados en participar en los Juegos Olímpicos. En las competiciones de Río de Janeiro van a tomar parte diez deportistas que se vieron obligados a abandonar su hogar. La galería de Sputnik muestra a estos profesionales de diferentes modalidades.
La selección incluye a dos nadadores sirios, dos judocas del Congo, un corredor de maratón de Etiopía y cinco corredores de media distancia, provenientes de Sudán del Sur.
En la foto: miembros del equipo olímpico de refugiados en Río de Janeiro.
En la foto: miembros del equipo olímpico de refugiados en Río de Janeiro.
La nadadora de estilo libre, Yusra Mardini, participará en la carrera de 200 metros. La guerra llevó a la joven de 18 años a Alemania. Antes de la tragedia en Siria, en 2012 Yusra presentó a su país en el Campeonato Mundial de natación. "Quiero demostrar a todos que después del dolor, después de la tormenta, siempre llegan los días de tranquilidad", explicó la joven, hablando de su motivación.
Yiech Pur Biel huyó a Kenia desde Sudán del Sur. Va a correr los 800 metros. "Aunque no pueda ganar una medalla, voy a probar que los refugiados somos capaces de hacer cualquier cosa y al más alto nivel", señaló el deportista.
Yolande Mabika del Congo, de 28 años de edad, es una judoca peso medio. La separaron de su familia de niña, y ahora vive y trabaja en Brasil. Hace mucho tiempo descubrió el judo, cuando aún vivía en el centro para niños refugiados.
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© AP Photo / Khalil Senosi
Rose Nathike Lokonyen nació en Sudán del Sur, pero luego tuvo que mudarse a Kenia. La deportista va a correr los 800 metros en Río. Empezó a practicar el deporte solo hace un año. En el caso de éxito en los JJOO, espera poder regresar a Sudán.
El otro judoca del Congo se llama Popole Misenga. También fue separado de su familia cuando era niño y justamente en ese entonces descubrió el judo. Popole tiene 24 años y vive en Brasil.
Rami Anis es un nadador de 25 años de Siria. Su distancia preferida es de cien metros al estilo mariposa. Empezó a practicar la natación a la edad de 14 años en su provincia natal de Alepo. Ahora el joven suele decir que "nadar es vida", y "la piscina es el mundo para mí".
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© AP Photo / Felipe Dana
Paulo Amotun Lokoro nació en Sudán del Sur, pero, debido a la situación conflictiva en el país, se vio obligado a trasladarse a Kenia. Allí se dedicó a correr. En los JJOO participará en los 1.500 metros.
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© AP Photo / Khalil Senosi
Anjelina Nadai Lohalith de 21 años también correrá los 1.500 metros. Partió de Sudán del Sur con destino a Kenia y, después de las competiciones, espera buscar a sus padres, quienes aún viven en Sudán del Sur.
El participante más maduro de la selección de los refugiados es Yonas Kinde, de 36 años, quien tuvo que mudarse de Etiopía a Luxemburgo. Aparte de la carrera deportiva, estudia francés y trabaja de taxista.
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© AFP 2023 / Yasuyoshi Chiba
James Nyang Chiengjiek proviene de Sudán del Sur, aunque se entrena en Kenia. Tiene previsto correr los 800 metros. Es un deportista experimentado de 28 años, quien está seguro de que un don semejante tiene que ser aprovechado. "De correr bien, hago algo bueno, es una oportunidad para ayudar a la gente", opina James.
