El 14 de junio, en París, se celebró una protesta contra la nueva reforma laboral que dio como resultado numerosos disturbios.
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Las columnas de manifestantes marcharon desde la plaza de Italia hasta la explanada de los Inválidos.
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Durante la manifestación, cientos de jóvenes agresivos rompieron los escaparates de bancos y tiendas y los cristales de las paradas de autobús.
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Las protestas en París, según las estimaciones de la prefectura, contaron con entre 75.000 y 80.000 manifestantes. Los sindicatos aseguran que salieron a la calle más de un millón de personas en todo el país.
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Cerca de dos centenares de personas lanzaron piedras, botellas de vidrio y objetos pirotécnicos a la policía.
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Los manifestantes voltearon e incendiaron varios vehículos.
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Participantes de las protestas masivas contra la nueva ley laboral, en una de las calles de París.
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Para dispersar a los manifestantes, los policías utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos.
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La policía detuvo a 15 infractores. Según los datos preliminares, 20 agentes del orden y seis manifestantes resultaron heridos en los disturbios.
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En los últimos tres meses, en Francia se vienen produciendo regularmente protestas multitudinarias contra la reforma laboral, el proyecto aprobado por la Cámara Baja del Parlamento.
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La víctima de las protestas en masa contra la nueva ley laboral.
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La reforma laboral propuesta por el Gobierno de Manuel Valls busca aumentar el número de puestos de trabajo en Francia. No obstante, el proyecto de la ley contiene medidas altamente impopulares, que permitarán prorrogar las horas de trabajo y falicitarán el procedimiento de despido.
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Las autoridades de Francia se han dado cuenta de que no será posible aprobar la ley de manera tradicional y, por lo tanto, han recurrido al artículo 49.3 de la Constitución, según el cual el primer ministro puede promulgarla sin debate y voto del Parlamento.
Foto: los participantes de la protesta contra la nueva ley laboral, en una de las calles de la capital gala.
Foto: los participantes de la protesta contra la nueva ley laboral, en una de las calles de la capital gala.
