Los militares ucranianos imputaron a las milicias independentistas el ataque contra Mariúpol cometido el 24 de enero. Las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) por su parte desmintieron las acusaciones de los militares declarando que no tienen desplegados cerca de Mariúpol sistemas artilleros de suficiente alcance.
Los militares ucranianos imputaron a las milicias independentistas el ataque contra Mariúpol cometido el 24 de enero.
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Según información de los militares, el ataque causó la muerte de al menos 30 civiles y destrucciones de la infraestructura.
Las milicias de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) por su parte desmintieron las acusaciones de los militares declarando que no tienen desplegados cerca de Mariúpol sistemas artilleros de suficiente alcance.
El Estado Mayor de la república de Donetsk afirmó que el fuego se abrió desde el distrito de Stari Krim controlado por las tropas ucranianas y supuso que se podría tratar de una provocación.
El vicepresidente del Parlamento de la RPD, Denís Pushilin, también afirmó que se trata de una nueva provocación tramada por Kiev con el fin de conseguir “el desarrollo militar de la situación”.
Representantes del Grupo de Contacto tripartito para Ucrania a su vez instaron a los signatarios de los Convenios de Minsk a reunirse sin dilaciones para acordar el cese de las hostilidades en el este del país.
El jefe de la misión de observadores de la OSCE, Ertugrul Apakan, condenó el ataque contra Mariúpol a raíz del cual murieron 30 personas y también urgió a cesar el fuego.
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El este de Ucrania sufre un conflicto armado que, según la ONU, ha causado casi 5.100 muertos y unos 11.000 heridos desde abril pasado, cuando Kiev lanzó una operación militar contra las milicias independentistas de Donbás.
