En general, a Trump le encanta la palabra ”lindo”, le encanta construir “lindos hoteles”, sobre todo en “muy lindos países” de América Latina. Lo que no le gusta son los latinos, a los que tacha de “violadores” y “asesinos”.
En enero de 2007, el empresario confesaba a la prensa lo mucho que le gustaba América Latina. Mientras que sus hijos visitaban Cartagena y prometían inversiones, Trump declaraba a Radio Caracol, lo opuesto de lo que dice hoy:
“Esa región ha sido especial para mí, he estado allí muchas veces en distintos países, la gente y el ambiente son sobrecogedores. Siempre he sido un gran fan de América Latina”.
De acuerdo con el periódico El Espectador de Bogotá, desde hace diez años Trump explora posibilidades de negocios en Colombia.
Trump acaba de comprar un hotel en Medellín, por 90 millónes de dólares, en sociedad con un inversor italiano, Proto Group, y corrió la noticia de que había ofrecido comprar el equipo de fútbol Atlético Nacional de esa misma ciudad, uno de los clubes más exitosos de Colombia, por cien millones de dolares, aunque los voceros del club deportivo contestaron en un comunicado que “sobre la mesa de trabajo de la Junta Directiva de la institución”, “no existe ninguna propuesta formal”.
Sin embargo, Trump, el dueño del concurso de Miss Universo, no ha hecho nada para llevarse bien con los colombianos: acusó de hipócrita a la colombiana Paulina Vega, última ganadora del certamen interncional, por no renunciar a la corona, después de que ella criticara los dichos racistas del candidato republicano. Poco después, Colombia retiró su oferta de ser la sede del concurso de Miss Universo 2016.
Claro está que el interés de Trump también se extiende a otros países latinoamericanos.
En Uruguay, avanza la construcción de la Torre Trump en la más elegante playa de Punta del Este, bajo el concepto de “residencias ultra exclusivas”.
El proyecto se anuncia con una frase del magnate: “He encontrado un lugar exquisito con la mezcla perfecta de belleza natural, sofisticación y exclusividad”.
La cuestión es quién puede más: ¿Trump político o Trump promotor? ¿Sus cuentos de miedo preelectorales sobre los latinos, o sus inversiones millonarias en la bella América Latina?
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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