"Antes de recibir un permiso (…) para las acciones acordadas (…) los participantes del proyecto están obligados a abstenerse de todas las acciones que podrían limitar la competencia en Ucrania", dice un comunicado del ente.
"Por esta razón y con el fin de prevenir la violación de la Ley de Competencia Económica recomendamos a los participantes del proyecto Nord Stream 2 dirigirse al Comité Antimonopolio de Ucrania con la declaración correspondiente", añade el texto.
A su vez, los expertos ucranianos consultados por Sputnik subrayaron que Kiev no tiene derecho a exigir que la construcción del gasoducto Nord Stream 2 se coordine con las autoridades del país.
El Comité Antimonopolio de Ucrania instó hoy a los participantes del proyecto Nord Stream 2 a coordinar su implementación con la parte ucraniana.
"¿Qué tiene que ver Ucrania con la construcción de un gasoducto que no pasará por su territorio ni por su zona económica?, podrían decir algo Polonia y los países bálticos, pero Ucrania no tiene el derecho a exigirlo bajo el pretexto de que el gas ruso se trasiega por su territorio", dijo el copresidente del Centro de Estrategia Energética con sede en Kiev, Dmitri Marínich.
A su juicio, es obvio que los participantes de este proyecto se negarán a coordinar sus acciones con la parte ucraniana.
Dijo que lo único que podría hacer Ucrania es dirigirse al secretariado de la Comunidad Energética Europea para denunciar, por ejemplo, que el Nord Stream 2 empeorará su situación como agente de tránsito de gas, a lo que la Comunidad deberá reaccionar.
Además explicó que el Comité Antimonopolio debe dedicarse a los problemas internos de Ucrania, la actividad que Gazprom desarrolla afuera no es de su incumbencia.
Nord Stream 2 prevé la construcción de dos tuberías de gas con capacidad para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales.
El proyecto uniría la costa rusa con Alemania a través del fondo del mar Báltico y supondría una ampliación del gasoducto existente Nord Stream, que actualmente tiene la misma capacidad que la infraestructura proyectada.
Según al acuerdo firmado el 4 de septiembre de 2015, la compañía rusa Gazprom contará con la mitad de las acciones, y las alemanas Uniper (separada de E.ON) y BASF, la anglo-neerlandesa Shell, la austriaca OMV y la francesa ENGIE recibirán 10 por ciento cada una.
Previamente, un aparato antimonopolio alemán consultado por los socios del proyecto Nord Stream 2 aprobó la construcción del gasoducto.
En contra de este plan se pronuncia enérgicamente Ucrania, temiendo perder su papel como vía de tránsito del gas ruso hacia Europa, porque su contrato de tránsito expira a finales de 2019.
Además, Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia enviaron a finales de 2015 una carta a Bruselas, señalando que este proyecto aumentaría la dependencia de Europa del gas ruso y se debilitaría la seguridad energética de la UE, además de desestabilizar aún más la situación en Ucrania.
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En marzo otra carta firmada por ocho o diez países de la UE, según algunas fuentes, fue enviada a la Comisión Europea para bloquear la construcción del Nord Stream 2.
