Peskov agregó que "el presidente condenó resueltamente estos bárbaros crímenes cometidos, expresó sus condolencias al pueblo belga y aseguró la solidaridad absoluta de los rusos con los belgas en estas horas difíciles".
Putin calificó las explosiones en Bélgica como una muestra de que el terrorismo no conoce fronteras y que amenaza a los pueblos de todo el mundo.
"El presidente ruso expresó la seguridad de que los asesinos y sus cómplices tendrán un castigo merecido", mencionó.
Otras dos explosiones se produjeron en el metro de la capital belga, una bomba estalló en la estación Maelbeek y otra en la de Schuman, en el barrio europeo. En estas explosiones fallecieron cerca de diez personas, según los primeros datos disponibles.
Las autoridades belgas anunciaron el cierre de todas las estaciones del metro capitalino.