"Me parece que muchos de quienes llaman a un cierre de fronteras y, con ello, a enterrar (el tratado de) Schengen, no pueden o no quieren ver que las consecuencias serían catastróficas", declaró este viernes al diario Passauer Neuen Press.
Según Schulz, los controles fronterizos causan considerables "daños económicos" y suponen "un peligro para los puestos de trabajo y el crecimiento".
Si los camiones deben esperar en las fronteras intraeuropeas, "la producción se ralentizará o se detendrá por completo", aventuró el presidente de la Eurocámara.
La decisión de Viena, según muchos analistas, podría precipitar una reacción en cadena de otros países, en particular en la llamada ruta de los Balcanes, por temor a crear un "cuello de botella" del flujo de refugiados.
Alemania, indican los expertos, sería uno de los países más perjudicados por el cierre de fronteras, ya que exporta una buena parte de las mercancías que produce por carretera.
Según datos de la agencia Frontex, más de 1,55 millones de migrantes entraron en la UE en enero-noviembre de 2015, la mayoría de ellos, procedentes de Siria.
La Comisión Europea calificó la actual crisis migratoria como la peor desde la Segunda Guerra Mundial.