"No podíamos imaginarnos la hospitalidad y amabilidad de la gente que descubrimos a nuestra llegada a Rusia desde la llegada a Crimea", afirmó este martes el jefe del Club Convoy Ártico Ruso, Ernest Davies, cuyas palabras fueron apoyadas por William Bannerman y Seymour Taylor.
Los veteranos, cuya edad ronda los 90, probaron la víspera las delicias de la cocina crimeo-tártara local, acompañándolas de cerveza y aguardiente local, denominada "chacha".
Entre los lugares de interés que planean visitar los veteranos del Reino Unido se encuentra el palacio de Livadia, donde se celebró en 1945 la Conferencia de Yalta.
La ciudad de Sebastopol honrará a los participantes de los convoyes nórdicos con un intenso programa que incluye recorridos por los campos de batalla de la Guerra de Crimea y la primera defensa de la ciudad.
Los veteranos británicos sostendrán encuentros con veteranos de guerra que viven en Crimea, donde no descubrieron ningún indicio de conflicto ni hostilidad.
Los convoyes árticos de la Segunda Guerra Mundial fueron un grupo de convoyes navales que zarparon del Reino Unido, Islandia y América del Norte a diferentes puertos de la Unión Soviética, sobre todo a Arjánguelsk y Múrmansk.
En total durante la II Guerra Mundial a Rusia llegaron unos 40 convoyes, formados por 811 barcos, de vuelta zarparon 715 naves que formaron 35 convoyes.
Las pérdidas de los aliados fueron considerables, en total los ataques alemanes lograron hundir 87 barcos, de ellos 69 en 1942.
Rusia recibía por vía marítima armas, alimentos y vehículos, en total la cantidad de cargas militares representaba el 36 por ciento de todas las mercancías suministradas.