Con un total de 990 hechos registrados, se trata de la cifra más alta desde 2008.
El informe señala como especialmente preocupante el aumento de agresiones xenófobas y ataques contra asilos de refugiados, como el ocurrido este lunes en Meissen, en el estado federado de Sajonia (este).
"El odio y la violencia hacia los refugiados y peticionarios de asilo son una vergüenza para Alemania", declaró el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière.
Según el ministro, Alemania "tiene una responsabilidad hacia quienes buscan seguridad en Alemania" y afirmó que "la violencia y el odio no tienen lugar en nuestra sociedad".
Según el presidente de la Oficina federal para la protección de la Constitución (BfV), Hans-Georg Maassen, los 7.500 salafistas que se cree que viven en Alemania facilitan "el reclutamiento de combatientes islamistas" para Irak y Siria.
Los actos violentos de la extrema izquierda, de acuerdo con el informe, se estancaron en 2014, con 995 actos contabilizados, la misma cifra que el año anterior.