"Ya ha tenido lugar una renuncia voluntaria por parte de los acreedores privados y los bancos han condonado miles de millones de préstamos a Grecia", declaró en una entrevista al periódico Hamburger Abendblatt citada por la agencia DPA.
La canciller subrayó que "Europa seguirá siendo solidaria con Grecia y otros países afectados en mayor medida de la crisis a condición de que lleven a cabo reformas propias y cumplan con las medidas de austeridad".
En 2010, a raíz de la crisis de la deuda, Atenas tuvo que solicitar la ayuda extranjera.
Al cabo de dos años Grecia firmó un acuerdo con la Troika de acreedores —el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- que le otorgó créditos a cambio de varias exigencias, entre ellas, llevar a cabo las reformas estructurales y privatizar los activos estatales por unos 50.000 millones de euros hasta finales de 2015.
El nuevo primer ministro griego y líder de la coalición de izquierda radical, Syriza, que ganó las recientes elecciones, Alexis Tsipras, prometió poner fin a la política de austeridad impuesta por el Gobierno alemán, al que responsabiliza de la crisis que vive Grecia, y abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre Atenas y sus socios europeos.
Anunció también que exigirá que se condonen los créditos de la Troika que se gastaron para estabilizar la deuda soberana y, en parte, para asegurar los gastos públicos.