“El avión IL-20 estuvo en el espacio aéreo de Estonia cerca de la isla de Omussaar durante casi un minuto. Esta violación de nuestro espacio aéreo la registró el centro de mando de operaciones aéreas en la base de Ämari”, dice el comunicado.
Además añade que el avión de reconocimiento tenía su transpondedor apagado, pero mantuvo contacto con el servicio de tráfico aéreo de Estonia.
Según el comunicado, desde la base aérea Ämari despegaron cazas Eurofighter de la Fuerza Aérea de Alemania, que identificaron al avión que hizo incursión en el espacio aéreo estonio.
El gobierno de Estonia envió una nota de protesta al embajador de Rusia en Tallin, Yuri Merzliakov.
Más tarde, el Ministerio de Defensa de Rusia negó la acusación, explicando que el avión realizó un vuelo que sigue una ruta establecida que va desde el aeródromo Kubinka, cerca de Moscú, hasta el aeródromo Jabrovo, cerca de Kaliningrado.
"El vuelo se realizó por una ruta que respeta las normativas internacionales de uso del espacio aéreo (…) la aeronave no violó el espacio aéreo de la República de Estonia", señaló la cartera de defensa de Rusia.
